¿QUIÉN ES EDUARDO ARIAS?
Para los hijos de esta generación –término que siempre quise
usar pero aun no comprendo del todo- tal vez no resulte tan familiar el nombre
Eduardo Arias, tal vez no lo asociemos
con nada, es solo un nombre más de un personaje común, tal vez trabaja tras un
escritorio y odia su trabajo como el 70% de los americanos (o se siente "disengaged"),
hace chistes malos y secretamente tiene un placer pecaminoso por las
telenovelas nocturnas de la televisión colombiana.
De ahora en adelante cuando piense en este nombre pensaré en
sombreros borsalino, alguien muy alto y rock.
Cuando me avisaron que tendría la oportunidad de conocer a
Eduardo Arias, sentí curiosidad ¿por qué? Verán, el señor Eduardo Arias ha
trabajado con personas bastante interesantes a lo largo de su vida –esa lista
incluye, pero no se limita a Jaime Garzón y Rafael Chaparro. Así que esa era la
naturaleza de mi curiosidad inicialmente, luego haciendo uso de las maravillas
de Google busqué más información sobre su trabajo, y encontré una sorpresa: formaba
parte de una banda de rock. ¿Por qué me parece importante este pequeño detalle?
Porque en mi opinión, la música es una de las maneras de conocer a las personas
como son realmente (unos hablan, otros pintan, otros tienen blogs y otros
tienen bandas de rock), así que escuché sus canciones y me sorprendió su
estilo. No tengo mucho conocimiento de bandas colombianas y menos de un entorno
tan underground, pero no sonaban como nada que hubiese escuchado antes.
Así que con “Matanza en el bar” como banda sonora seguí mi
búsqueda por Google y seguí encontrando más particularidades, el compilado sigue
a continuación:
Eduardo Arias no es el tipo de persona con la que te
tropiezas todos los días, no le pregunté si trabaja tras un escritorio, no odia
su trabajo -porque para empezar el odio requiere tiempo (no hay que subestimar
a los que odian)- y él usa su tiempo en cosas más productivas como escribir para
publicaciones, viajar para hacer reportajes, presentar en Señal Colombia,
trabajar en sus proyectos alternos, twittear y “pasar el rato” con su banda de
rock: Hora Local. Eduardo Arias no hace chistes, sus comentarios parecen fluir con un
sentido del humor que coincide con el de los que lo rodean y en cuanto a las
telenovelas, bueno la “entrevista” no dio para tanto. Pero lo que sí se es que toca piano al estilo John Lennon y piensa que Julieta Venegas es merecedora de admiración (por razones que no explicaré).
Para el momento en que llegó el encuentro, vi a una persona
muy alta, (y no solo desde mi perspectiva) con lentes grandes, un sombrero –no
tan llamativo como el de Pharrell en los Grammy- y una camiseta con el
logo diseñado por Pasche para los Rolling Stones.
Fue una conversación de un par de horas en la que nos
compartió no solo su experiencia de trabajo en los medios de comunicación, sino
que nos dio un viaje muy explícito por toda su relación con la música, una
relación que inició desde muy joven y fue cultivando con el tiempo. Habló sobre
cómo la historia pudo ser otra si Keith Richards y Mick Jagger hubiesen tomado
trenes distintos; desde luego esto lleva a pensar en lo interesante de que lo
de nunca llegar a conocerse le hubiese pasado a ciertos integrantes de ciertas
otras agrupaciones, sin embargo toda la música es necesaria a mi parecer, lo de
bueno o malo es relativo (todos tenemos una canción que nos gusta y aún no
entendemos el por qué)
Recuerdo una parte de la historia, relacionada con el coro
del colegio, con un conservatorio y una radio, que creo que fue a través de
ésta que sus gustos musicales comenzaron
a ampliarse. Desearía tener mejor memoria.
Mientras esperaba entre juiciosa y ansiosa mi oportunidad de
preguntar, escuché decir algo que me llamó mucho la atención por lo cierto y
porque me hizo gracia, si bien la música es buena y “el mundo no es sino música
hecha realidad” en palabras de Schopenhauer; tiene su otra cara, personajes de
la historia caracterizados por sus ideas no tan a favor del amor al prójimo, han
sido también grandes aficionados a la música y como alguien entre el grupo
expresó oportunamente “la música calma a las bestias” (como con esta pequeña bestia: Floffy). Al final pude preguntar y la noche continuó. Fue una
noche como las que me gustan, con ideas, con música y personas de buen ánimo.
Tuve la oportunidad de escuchar a una persona que disfruta a
Wagner y a los Stones, que cuestiona, que piensa más allá, ¡que ha hecho casi
que de todo! Y continúa proponiendo al mundo y proponiéndose a sí mismo cosas. ¿Qué
género musical podría ayudar a describir a Eduardo Arias? Eso lo dejo a su
consideración y a la del lector. Lo importante es que a diferencia de los Stones esa noche sí encontré
Satisfaction… Y El rock no te necesita.
1 comentarios
Gracias por ese texto. Un gran abrazo
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